martes, 25 de febrero de 2014

Morente más Morente

Interesante homenaje el que se realizó al cantaor granaíno en el Circo Price y que afortunadamente nos comparte Radio televisión española.
Algunos apuntes a vuela pluma. Reconozco que no puedo evitar el tomarlos. Disculpen las valoraciones implícitas pero también me es imposible el reprimirlas, las hago con libertad y son solo apreciaciones personales sin ánimo de ofender a nadie.
El evento congregó a un amplio número de artistas, de los cuales dos, en aquella noche, a mi juicio, brillaron con luz propia: Miguel Poveda y Montoyita.
No es la primera vez que Poveda interpreta a Morente, de hecho la combinación que hizo de la Aurora de Nueva York y el remate por el Tambaleándose (que por cierto se utilizó por tres veces en la noche) no era nueva, pero estaba tan suelto, tan concentrado, cantó tan afinado y se le acompañó tan bien, que sin duda fue uno de los momentos sublimes de la gala.
El otro, y esto tal vez  a alguno le sorprende un poco más, fue como les digo Montoyita. Tampoco es la primera vez que toca esa armonización por rondeñas del morentiano tema entre los temas "La Estrella". Es cierto que Montoyita no es un virtuoso de la guitarra flamenca tal y como mucha gente entiende hoy este concepto, pero para un servidor es siempre un guitarrista a tener en cuenta, sabe economizar perfectamente los recursos de que dispone, no tiene miedo al silencio o al rubato, sabe callar, esperar, flexibilizar el tiempo, se emociona y es capaz de armonizar de manera ejemplar y hermosa temas como el que nos presentó aquella noche, de hecho fue el guitarrista que más me gustó y por el escenario pasaron unos cuantos, además creo que la elección de la rondeña como fondo para la adaptación fue una buena idea.
No veo a Carmen Linares como antes, aunque estuvo aceptable.
Arcangel estuvo por debajo de sus posibilidades y tal vez oscurecido por el frenético baile de Farruquito, al que tal vez en medio de la acrobacia (ya sé que estábamos en un circo) no le hubieran venido mal algunos matices diferentes, la bulería es tensión y gracia, como algunos cuadros del renacimiento, ambas cosas no solamente la primera.
De Pitingo y Juan Carmona me quedo con la bellísima intro en la guitarra pues en lo demás, lo de siempre, Pitingo no es de mi devoción, no se le pueden pedir peras al olmo.
Me sorprendió gratamente el avance de Enrique Morente hijo, sus bulerías estuvieron acertadas, coloca mejor la voz que en anteriores ocasiones y afina mejor, debería replantearse lo de acompañarse con la guitarra.
Los fandangos de Pepe Habichuela estuvieron bien pero redundantes, faltó alguna falseta más, la guitarra que acompañaba igualmente se podía haber estirado un poco más, tal vez no hubo el ensayo suficiente.
Bien la Argentina, pero esa gran voz necesita otro guitarrista (pero porque no cierran con la cantaora?¿). Tomasito, pues su show acostumbrado, en la línea; Y vamos con las dos hijas, me encantan las dos, vaya esto por delante, pero esa noche quizás por la emoción (se comprende) a Estrella la vi un tanto excesiva; me sorprendió Soleá, la vi bastante madura, en un genero musical diferente y valiente, hay material para trabajar, imagino por el ambiente en que se mueve que le comeran la cabeza de mil maneras, necesita ser ella misma.
Algunos apuntes más: Tomatito, ¡uf Tomatito! Tengo la sensación de que el mismo se siente más cómodo con sus falsetas antiguas que con las nuevas, a alguien de este nivel se le pide todo aunque reconozco que cuando ya pensaba que la cosa no iba a dar más de sí, la modulación a La menor, templando de nuevo el compás y el remate del final (muy a lo Paco) le hizo levantar el vuelo.
Diego Carrasco, ¡Como pasa el tiempo! Pero Diego... ¡Como eliges esos coros por Dios...! Pero es que no hay en Jerez gente mejor?¿ Diego es un mago del compás, un artista soberbio, de los de verdad, un creador... Hay que repasar mejor todo lo que sube al escenario en momentos como este, la guarnición es importante.
Bien la Yerbabuena, Enrique siempre apostó por ella y acertó, ha sabido renovarse, la encontramos menos efectista, más profunda, su escenografía es contemporánea, excelente el acompañamiento (¿habrá algo más completo que una guitarra acompañando al baile?).
Y para terminar José Mercé en la elegía a Ramón Sijé por Taranta acompañado por Pepe Habichuela  (y no era Taranto?¿ y aquello no se llamaba "Compañero"?¿); bueno, José la llevó a su terreno, pero siento que no respetó el original que en este caso tal vez era lo que pedía la ocasión, era pero no era, hubo momentos donde Pepe quería, presicamente por aquel original,  llevarselo a otro terreno y me dio la sensación de Mercé se enchiqueró y no escuchaba. Morente enri-queció el cante con muchísimos matices (utilizando aquel atinado juego de palabras que usara Gamboa)  pero no todos los oídos lo escuchan, esto es así, en fin...¡quién tenga oídos para oír que oiga!
La noche se cerró con la subida de Aurora al escenario y un Manhattan pletórico y así con algunos miembros de Lagartija Nick la apocatástasis ¡Qué viva el maestro! ¡Qué viva Morente!

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