"La aurora de Nueva York" en origen como todos saben es un poema de Federico García Lorca, compuesto para su conjunto "Poeta en Nueva York" entre los años de 1929 y 1930 y que en su composición inicial solamente se llamaba "Aurora".
Enrique Morente se enfrenta a estos versos podríamos decir surrealistas, engrandeciendo al mismísimo autor de "Poemas de cante jondo" tan ligado desde siempre a nuestro querido género por muchas aportaciones más, entre las que brilla de una forma especial su colaboración junto a Manuel de Falla y Ignacio de Zuloaga (el pintor) en la organización del famoso concurso que tuviera lugar en Granada en 1922; por esto, por su sensibilidad, por su actividad compositiva y por su labor recopiladora, la figura de Federico García Lorca ha quedado ensamblada con la misma historia flamenca de una manera imposible de disolver o separar. Quién estudie al poeta en profundidad deberá estudiar al flamenco y quién profundice en las entrañas del cante jondo, se encontrará tarde o temprano con el poeta.
Por granaíno y por otras mayores intuiciones, Morente (o los Morente) siempre han tenido esa predilección por el poeta de Fuente Vaqueros. La selección en concreto del tema que nos ocupa, me parece acertadísima y su ejecución (o mejor hubiera de decirse, su grabación) increíble.
De hecho en las versiones en directo no se reproduce, bajo mi juicio, ni la mitad de la atmósfera que el exquisito acompañamiento de Vicente Amigo (soberbio en todos los temas del disco Omega en los que participa) y la inspiración del cantaor en ese momento, expresan en la grabación de estudio.
(Compárese, por poner solamente un ejemplo, con el tema que les comparto de Youtube, ni de lejos por asomo es igual).
Ante esta maravilla, me surgen algunas preguntas.
¿De quién es la musicalidad del tema, es totalmente de Enrique Morente o está también inspirada en la armonización que le hace el guitarrista?
Porque "el motivo" del tema está totalmente ensamblado entre voz y cante. Es una idea compartida, o ¿quién hizo el aporte principal?
También lo de subir un tono y medio al final, son modulaciones muy de Vicente Amigo, ¿Fue esta una idea del de Guadalcanal?
No lo sé, y tal vez no sea lo más importante.
Estamos ante un tema cumbre, maravilloso, dentro del elenco del flamenco moderno, ejemplo acertadísimo de adaptación de un poema.
El cantaor, transpira, comulga con el sentimiento del poeta, es decir, sabe lo que dice (espero me entiendan por dónde voy amigos al decir esto, pero en "otras" muchas adaptaciones, muy de moda porque lo pedían los productores, de poemas externos a la lírica flamenca, no siempre a uno le queda la sensación de que el cantaor sepa lo que está diciendo).
En fin, seguiremos glosando el inmenso patrimonio que nos dejara como legado nuestro querido intérprete del Albaicín.
Saludos cordiales.